Hace poco más de cinco décadas que los naturalistas comenzaron a emplear el concepto de "la extinción" y éste empezó a hacerse cada vez más popular para designar un fenómeno que la actividad humana estaba provocando en todo el planeta: la desaparición de especies de la flora y la fauna silvestres.
La expansión constante del humano sobre la naturaleza, origina la destrucción de la cadena alimenticia animal, desequilibrando el status quo de las especies, inclusive al humano, quien subsiste gracias a la madre naturaleza, al igual que todas las especies, con diferencia de que la nuestra, es la única que daña al ambiente.
La expansión constante del humano sobre la naturaleza, origina la destrucción de la cadena alimenticia animal, desequilibrando el status quo de las especies, inclusive al humano, quien subsiste gracias a la madre naturaleza, al igual que todas las especies, con diferencia de que la nuestra, es la única que daña al ambiente.
La extinción de los animales y el peligro de extinción de los animales es un problema que tenemos que solucionar para lograr mantener las especies animales para futuras generaciones
La vida silvestre es un claro ejemplo de la estrecha relación entre cada uno de los componentes de un ecosistema, ya que la eliminación de cualquier especie acaba provocando el desequilibrio de los ecosistemas y la destrucción de fuentes de investigación científica. Por eso es necesario cuidar y respetar nuestro planeta y a todos sus habitantes.
La vida silvestre es un claro ejemplo de la estrecha relación entre cada uno de los componentes de un ecosistema, ya que la eliminación de cualquier especie acaba provocando el desequilibrio de los ecosistemas y la destrucción de fuentes de investigación científica. Por eso es necesario cuidar y respetar nuestro planeta y a todos sus habitantes.
Desde tiempos ancestrales el lobo ha sido perseguido por el hombre ya que ha sido considerado el principal enemigo del hombre. Esto se debe sobre todo a que este animal se encuentra en un nivel semejante al del hombre en la pirámide ecológica. Tanto el hombre como el lobo competían en la antigüedad por el alimento. La paradoja es que el perro "el mejor amigo del hombre" surgió porque nuestros antepasados domesticaron a unos cuantos lobos entre otras especies. Este fiero animal una vez domesticado se convirtió en un fiel servidor del ser humano, ayudándolo en la caza y en el mantenimiento de sus rebaños. En cambio los lobos que seguían en estado salvaje atacaban a sus rebaños y eran por ello considerados como uno de los mayores enemigos del hombre. Si a todo esto sumamos el miedo que el fiero lobo despertaba entre los hombres se puede comprender las persecuciones que ha sufrido este hermoso animal y que casi le ha llevado al exterminio. Pero que se comprenda no quiere decir que se justifique. Hoy en día el lobo ha desaparecido de muchas zonas de nuestra península y sólo se le puede ver en algunos reductos naturales como la Reserva Natural de Muniellos en Asturias. Y si este animal ha logrado resistir en esta reserva es gracias a la ausencia de ganado doméstico.
Con esto no estoy culpando a los dueños de ganado, o a los que trabajan gracias a este tipo de ganado doméstico. Esta gente tiene que defender sus intereses, pero no tienen porque ir matando a los lobos. Quizás si el gobierno ofreciese más compensaciones económicas a los dueños de ganado que han sido víctimas de algún ataque por parte de los lobos, los primeros no irían persiguiendo a estos espléndidos animales y el lobo tendría más oportunidades de subsistir con una amenaza menos del ser humano. Por eso debemos concienciarnos del serio peligro que corre este animal e intentar poner medios para evitar su extinción.
EL LINCE
(Lynx Pardina)
Se ha comprobado que los linces pueden matar a otros depredadores, tales como gatos monteses, nutrias, meloncillos o zorros. Estos suponen una seria competencia para los linces, ya que se alimentan de las mismas presas. En este sentido la labor que mantiene el lince es considerable, ya que mantiene en equilibrio las poblaciones de otros depredadores que, en caso contrario, sufrirían una explosión demográfica que resultaría muy negativa para el ecosistema.